Hace ya mucho que no escribo, bueno,
mentira, nunca he dejado de escribir, simplemente he dejado de publicar y es
que cuando lees y relees una y otra vez lo que has escrito, a veces te das
cuentas que es una completa estupidez, y que nadie a parte de ti misma entendería
semejando desvarío mental que has llegado a plasmar en un documento Word. En
fin, cosas que nos pasan a todos supongo. Pero estamos ya finalizando el año,
un año que todos habremos vivido de nuestra propia forma singular, alocada, o
como lo queramos llamar. Un año lleno de aventuras que dejamos atrás para
prepararnos para las que están por llegar.
Yo soy una mente positiva, solo me
quedo con los bueno, lo demás ya no me interesa, ni a mi, ni al disco duro de
mi cerebro que preferimos rellenar el espacio con recuerdos fantásticos,
nuevos sueños y expectativas futuras. ¿Con qué me quedo del 2013? Con
muchísimas cosas, un año fascinante, lleno de aventuras, progresos, amistades,
amor, sonrisas, risas…un año como los que me gustan a mi, que no tengas que mirar
atrás pensando en “y si….” . Claro que hay cosas que ahora haría
diferentes, pero eso es la vida, aprender de errores, tropezarte una y otra vez
con la misma piedra hasta que al fin uno de esos golpes es suficientemente
fuerte para reorganizar las neuronas de tu cerebro para que decidan
cambiar de actitud. ¿Propuestas para el 2014? Más bien pocas. No quiero planear
nada, las mejores aventuras son las que no se planean. Tampoco quiero ser de
esas personas que se prometen a sí mismas y al mundo entero cosas que
probablemente no van a cumplir. ¿Qué iba a poner en mi lista? Que a partir del
2014 me levantaré todos los días puntualmente para no tener que ir corriendo a
la ducha, confundir la laca con el desodorante, el jabón con la pasta de
diente, el azúcar con la sal ; Que nunca más voy a dejar que mi pobre coche (Se
llama Fernandito Alonso por cierto) llegue a tal punto de reserva que tenga que
rogarle al destino que me aguante los últimos 100m hasta la próxima gasolinera;
Que voy a pasarme a la alimentación sana y procurar tener siempre la nevera
llena; Que voy a moderar la cafeína que entra en mi cuerpo (hasta a mí me da
risa jaja)…podría seguir, si cosas no me faltarían, pero ¿A quién intentaría
engañar? Supongo que va conmigo, vivir al límite. ¿Viviría mejor con una vida
más organizada? Claro que si ¿Por qué no lo hago entonces? Pues porque como ya
he dicho antes, tropiezo, tropiezo y vuelvo a tropezar y a veces a
las neuronas les cuesta reaccionar, o quizás lo hagan por pura diversión, quién
sabe. Claro está que será muy difícil cambiar, ¿mejorar? Ese si puede ser un
propósito para el año nuevo. Siempre se puede mejorar, en todos los sentidos, y
es algo que nunca debamos de dejar de hacer. Mejorar con la familia, con los
amigos, en el trabajo, el amor, con la sociedad... y sobre todo, mejorar con
nosotros mismos.
Estas son las fechas de fiestas,
familia, amigos y por ello quiero hacer mención especial a una entrada que he
leído esta mañana y que me parece muy acertada para estas fechas. Como siempre “Café
Desvelado” me enamora con sus publicaciones. En su última publicación
nos recomiendan que en vez de regalos, pidamos momentos:
“Pide reencuentros y cafés
con personas que ya empezabas a echar de menos. Pide una tarde inesperada, con
un par de copas de vino, la mejor compañía y Sinatra sonando de fondo
con Have Yourself A Merry Little Christmas. Pide encontrar a alguien
que te haga querer ser mejor persona(...)”
“Pide momento peli-sofá-manta-chimenea para
las tardes de frío invernal. Pide dibujar sonrisas a la gente que vive
otro tipo de postal navideña… Hombres invisibles que necesitan una dosis
de humanidad y caridad más que nunca. Pide por ti, porque también te lo mereces
y para que por lo menos uno, de los mil deseos que tienes, se haga realidad
(…)”
Y es que esta claro
que no hay mejor regalo que unos momentos inolvidables. Así que les
deseo a todos una felices fiestas, un próspero año nuevo y un millón de
momentos para recordar.
*Citas del Blog "Café desvelado"